“Ser como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie” dice la canción… y en estos tiempos que nos tocan vivir sus palabras cobran aún más sentido.
Si bien existe mucho para decir, hoy elijo centrarme en dos pilares que nos sirven de apoyo para convertirnos en juncos que no se quiebren en estos momentos en donde el viento de la vida está soplando muy fuerte.
Por un lado considero importante dejar aflorar nuestra fortaleza interna y reforzar nuestra RESILIENCIA, es decir, nuestra capacidad de superar y recuperarnos frente a las dificultades de la vida o los eventos inesperados como el que estamos viviendo.
Por momentos puede resultar un desafío mantener nuestro equilibrio emocional y conservar la calma en esta etapa de cambios, incertidumbre o estrés colectivo. Y es aquí donde juega un papel fundamental nuestra actitud positiva y el OPTIMISMO con el que elijamos transitar este tiempo.
Esto no implica hacer oídos sordos a una realidad conocida por todos, sino desde mi punto de vista es elegir contribuir al bienestar de la humanidad comenzando por elevar nuestra vibración, la de nuestro hogar, la de nuestra familia extendida y por supuesto la de nuestro entorno y sociedad en general.
Y para que no quede solo en la teoría o en unas lindas palabras, te propongo un ejercicio muy simple que te ayudará a enfocarte y reconocer todo lo positivo que existe en tu vida. Puedes hacerlo antes de irte a dormir, al despertarte o en cualquier momento en el que consigas crear un espacio para ti… Comenzamos…
Busca un sitio cómodo, preferiblemente con luces bajas y en silencio.
Siéntate con la espalda recta, cierra los ojos y suelta los hombros.
Comienza a prestar atención al flujo de tu respiración durante al menos 30 segundos, reconoce su ritmo y profundidad mientras sigues los movimientos que se generan en tu cuerpo con cada inhalación y exhalación.
Ahora visualiza en tu mente todas las cosas por las que hoy te sientes agradecido: por estar en tu casa con la gente que amas si tienes familia, por tener acceso a la tecnología que volvió a conectarnos con nuestros seres queridos, por tener salud o alimento en tu mesa cada día.
Tómate el tiempo que necesites, te sorprenderás de lo grandiosa que es tu existencia.
Vuelve a centrarte en tu respiración y quédate con esa sensación de gratitud y amor a la vida durante el resto del día.
Esto también pasará y lo superaremos juntos… el mundo nos necesita fuertes, presentes, positivos y resilientes. GRACIAS.
Namaste,
Valeria.