Probablemente hayan oído hablar del mindfulness., ya que actualmente se encuentra en todos lados (escuelas, trabajos, clínicas). Si bien existen muchas definiciones al respecto, en definitiva todas nos animan a vivir en el presente y desarrollar la atención plena, aquietando el ruido, eliminando las distracciones, los juicios y serenando la mente.
Sabemos que la mente es por naturaleza inquieta y vagabunda. Le encanta viajar del pasado al futuro, y es en esos viajes que nos desconectamos de lo que está sucediendo aquí y ahora, con el riesgo de olvidarnos de saborear una comida deliciosa, contemplar un atardecer, escuchar con atención a nuestros hijos, observar o simplemente disfrutar de los detalles que se nos presentan cada día.
Muchos consideran al Mindfulness como una filosofía de vida, algo que me resulta muy interesante, ya que en definitiva supone concentrarse en el ahora para ser conscientes de la actividad que estamos realizando (trabajar, comer, escuchar música o caminar), percibiendo además las cosas que nos rodean (sonidos, sabores, colores), evitando que nuestra mente se pierda en las preocupaciones y pensamientos cotidianos mientras hacemos cualquier acción a lo largo del día.
Por supuesto que sucederá, y más en un mundo con tantos estímulos y prisa, pero lo interesante al menos es comenzar a tomar consciencia de nuestros hábitos y formas de comportarnos para poder intervenir y tomar el control gestionando nuestras emociones, reacciones y aquietando la mente cuando el mar está agitado, a través de diferentes técnicas como puede ser la meditación.
Existen variedad de prácticas de meditación con el objetivo de lograr estados de atención centralizada en pensamientos o sentimientos (felicidad, tranquilidad, gratitud), objetos (una piedra, una vela) y alguna sensación o percepción (los latidos del corazón, la respiración, las sensaciones en el cuerpo cuerpo), entre otros. En definitiva lo que se busca es liberar a la mente de pensamientos nocivos, llevando el foco de la atención al momento presente.
Los beneficios son muchos, entre los cuales destacan
- Reduce del estrés y la ansiedad
- Mejora la capacidad de concentración
- Aumenta la creatividad
- Facilita el descanso
- Mejora las relaciones interpersonales
- Promueve el autoconocimiento
En resumen, la presencia plena es el mejor regalo que podemos hacernos a nosotros mismos y a los demás, dedicando un tiempo de calidad y atención cada vez más escasos. Se trata de una forma diferente y hermosa de vivir, donde cuerpo, mente y alma están en un mismo lugar.
Te animo a vivir una vida más Mindful-Ness,
Namaste.
